‘‘ En la era de los ciegos’’

VOZ 1: En la era de los ciegos,
cuando el sol tañía campanas
un cíclope era un dios,
cualquier vidente un rey,
dueño de su boca y sus pies.
DÚO: Pero ni la vista más clara
tiene el don de ver el mañana,
sabida la lección,
salimos a correr
por los caminos del amor,
del miedo, el odio y el rencor
y fuimos por la ramas, por las nubes, por el agua, fuimos tontos, fuimos tantos,
fuimos bruma, y fuimos resplandor,
y fuimos marionetas, mendigándole a la meta una sonrisa, una mirada, un guiño, un aire, un poco de confort,
y vimos al reloj empinar como a un cometa dando volteretas a los sueños que se van,
que se van.

VOZ 1: Se despierta un nuevo siglo
con Guernica frente a los ojos,
un sorbo de café me ayuda a reordenar
los trozas de mi libertad,
DÚO: Se me enredan en las canciones los desastres con los amores,
colgado de una cruz, desangro en el papel
buscando de lunes a lunes la luz al final del túnel
y canto porque vivo y lo que vivo es lo que canto y mientras canto, vivo y me levanto de la ruina alrededor,
los sueños son ni muchos como el pan de cada día, pero sueño todavía,
porque es lumbre y bálsamo al dolor,
también cantar los sueños penitentes de las mentes de esa gente
embriagándose en el bar,
VOZ 1: En el bar.